El comité de integración de Tecnalia no logró alcanzar ayer un acuerdo sobre la ubicación de la nueva sede de la corporación que surgirá de la fusión de seis de sus ocho centros tecnológicos. Los responsables del proceso resolvieron, eso sí, que la creación de Tecnalia Research & Innovation (TRI), nombre del grupo fusionado, no conllevará la construcción de un nuevo edificio para esa sede. Así, lo más probable es que Tecnalia fije sus oficinas principales en las de alguno de los seis centros fusionados (tres vizcaínos y otros tantos guipuzcoanos).
La falta de consenso en el comité de integración prolonga así el suspense e impide zanjar una disputa territorial y política propiciada desde Guipúzcoa para llevar al Parque Tecnológico de Miramón las oficinas centrales de Tecnalia Research & Innovation, que se convertirá en el quinto centro de I+D+i europeo.
La presión que ha venido ejerciendo la Diputación guipuzcoana y su lobby formado por Adegi, Kutxa y la Cámara de Comercio, entre otras entidades, se ha visto contrarrestada desde Vizcaya por los empresarios de esta provincia y la Cámara, y por Álava, con el Ayuntamiento de Vitoria, la patronal provincial y su propia Cámara al frente. Esta pugna ha impedido a Tecnalia inclinarse ahora por un territorio.
Los miembros del comité que impulsa la fusión tratarán en las próximas semanas de "llevar a buen puerto" los aspectos fundamentales del proceso de integración, entre ellos la ubicación de la sede, según informó Tecnalia en un comunicado. El nuevo centro será presentado el próximo 16 de julio, fecha prevista para formalizar la unión. En cualquier caso, la corporación quiso precisar que el emplazamiento final no afectará al funcionamiento de sus centros, ni a sus plantillas. La marca conjunta seguirá siendo Tecnalia, que pasará a tener 24 ubicaciones en total.
La nueva agrupación surgirá de la unión de los centros vizcaínos Labein, Robotiker y ESI y los guipuzcoanos Inasmet, Fatronik y Cidemco, a los que se adherirán posteriormente Euva y Leia, ambos en Álava. Tecnalia, con unos 1.300 trabajadores, alcanzó el año pasado una cifra de negocio de 141,5 millones de euros.
La sede es un trofeo que han pretendido los tres territorios, aunque quien con más ímpetu ha tratado de influir en la decisión ha sido el diputado general de Guipúzcoa, Markel Olano. Llegó incluso a ofrecer suelo y recursos económicos para construir el edificio. Tras conocerse que el emplazamiento queda en el aire, Olano envió un comunicado a los medios para asegurar que respeta los tiempos marcados por la corporación, aunque deseó que decida "más pronto que tarde". Pero recalcó que una "sincera apuesta por el equilibrio territorial de Euskadi" pasa por situar la sede en Guipúzcoa.
Fuentes de Industria aseguraron que tras la fusión Tecnalia no tributará en una sola Hacienda foral, sino que cada uno de sus centros lo hará según su localización. Los reponsables de la fusión tienen aún pendiente cerrar los nuevos estatutos, la composición del patronato y la participación que tendrá el Gobierno vasco en la corporación.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 22 de mayo de 2010