Está todo vendido. Lo promociona la publicidad con un enorme mensaje en inglés: Sold out. Las entradas para esta semana de morbo y libertad en Chiclana (Cádiz) se agotaron bajo la promesa de unas inolvidables jornadas de sol, mar y diversión en el sur de España. Un total de 200 parejas de 48 países llenan estos días un hotel del Novo Sancti Petri para participar en un evento llamativo pero nada inusual para ellas. Se trata de un viaje organizado por una empresa especializada que les prepara todo tipo de fiestas, actividades y juegos para fomentar que se conozcan entre ellas y, si hay disposición, intercambien sus miembros.
La empresa SDC lleva muchos años proponiendo vacaciones diferentes para adultos. Sus actuales ofertas proponen disfrutar del esplendor de la Riviera Maya, de la belleza de Jamaica o de los sugerentes vaivenes que otorgan los cruceros por el Mediterráneo o por el Caribe. Todavía hay plazas para estas excursiones. Pero los interesados llegan tarde para una aventura a punto de finalizar: SDC in Andalucia. La cita multitudinaria en Chiclana ha cerrado en exclusiva el hotel y se desarrolla bajo el cobijo de sus muros. María García ha llevado hasta allí los mejores productos de su tienda Telecondón. "Vendo lencería, zapatería y juguetería erótica", resume.
Puertas infranqueables
Las puertas se vuelven infranqueables a partir de las siete de la tarde, cuando comienzan las actividades más íntimas. Todos tienen prohibido tener cámaras dentro aunque hay un fotógrafo oficial por si alguien quiere llevarse un recuerdo.
La fiesta empezó el pasado martes con una recepción nocturna típicamente hawaiana. Se recomendaba llevar collar de flores y seductora ropa interior. Después todos los días han tenido fiestas temáticas con la imposición de que la pareja fuera convenientemente ataviada. Así han pasado la velada ibicenca, la inmersión fetiche de cuero y látigo y la apuesta retro al estilo Studio 54.
Antes de ponerse el sol han podido disponer de todo tipo de actividades preparadas en las piscinas, algunas nudistas. Algunas habitacioneslucen hasta seis camas. "No todas las parejas vienen a practicar el intercambio. Algunas vienen por el morbo de mirar", explica García.
Este tipo de viajes se orientan a lo que se denomina como swingers (swing en inglés es balancearse, columpiarse). Son parejas liberales cuyas actividades sexuales suelen incluir a una o más personas. Cada pareja ha pagado 1.600 euros por estos días de pasión. No todo es sexo. A los visitantes se les recomienda viajar hasta la capital gaditana, visitar la torre Tavira y comer pescaíto frito en la plaza de las Flores. También se ofrecen cursos de golf en el campo de 18 hoyos del hotel. Al menos el swing ya lo tienen ensayado.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 23 de mayo de 2010