Marco vacío de uno de los cuadros de Rembrandt / AP
El arte de no dejar ni rastro
Dos hombres vestidos de policías llegan a la una de la noche al museo. Acceden sin problemas, hola, qué tal, y maniatan a los vigilantes con cinta adhesiva y esposas. Luego se regalan 81 minutos de paseo por las galerías y seleccionan cuidadosamente las obras.