Dice un astrónomo aficionado, Jordi Cornelles, que si estiras el brazo y tensas los dedos como si fueras a medir el horizonte con la mano, la ciudad de Valencia ocupa más o menos un palmo color naranja. Para corroborarlo, eso sí, hay que estar en Aras de los Olmos, uno de los puntos más oscuros de la península ibérica y sede del Centro Astronómico del Alto Turia. Jordi Cornelles y sus colegas de la Asociación Valenciana de Astronomía han preparado para el viernes por la tarde noche (desde las 18.00) una jornada de puertas abiertas en el centro. Se comprometen a mostrar Venus, Saturno, la Luna y las estrellas de Leo, Boyero (y su Arcturus), Sagitario (en forma de tetera) y la Osa Mayor. Se recomienda llevar ropa de abrigo para la noche y tomar el camino de la ermita para llegar.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 23 de mayo de 2010