En pleno proceso de refundación tras su desastre electoral de 2009, Ezker Batua (EB) vivió el pasado viernes una tensa reunión de su Consejo Político, su máximo órgano entre asambleas. El presidente y ex líder de la formación, Javier Madrazo, echó mano de unos documentos firmados en la asamblea de 2008 para intentar expulsar del consejo a nueve de sus 103 miembros. En esos documentos, firmados para evitar golpes internos en el órgano directivo de entonces, varios dirigentes se comprometían a dejar su puesto si el Consejo Político perdía la confianza en ellos.
Madrazo alegó que había "pérdida de confianza" en los nueve miembros, entre ellos varios junteros, según distintos asistentes. Al no lograr su intención, que le hubiese dejado en mayoría, Madrazo y sus seguidores abandonaron la reunión. Quienes se quedaron, 52 de los 103 componentes, incluyendo los nueve a los que el ex coordinador general quiso expulsar, siguieron la reunión con el orden del día previsto.
"Esos papeles se firmaron cuando los de Alternatiba [la escisión surgida en EB en diciembre de 2008] se estaban yendo; ahora no tienen validez", argumenta uno de los asistentes.
Madrazo rechaza ceder el control de los censos a la dirección federal de IU, que se encargaría a través de un empresa externa del cobro de las cuotas a militantes. Se resiste así a que la organización refleje el nuevo reparto de poderes entre las sensibilidades de EB: el sector que le apoya, el EPK, los seguidores del coordinador general Mikel Arana y de los responsables territoriales de Álava y Guipúzcoa, y los críticos. De no haber consenso, los renovadores no descartan convocar una asamblea extraordinaria.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 23 de mayo de 2010