La Diputación alavesa ha puesto en marcha los trámites para prolongar la autopista AP-1 (Eibar-Vitoria) hasta las cercanías de Armiñón. Esta vía de pago fue inaugurada en su totalidad hace un año y registra el paso de 10.800 vehículos al día. El departamento alavés de Obras Públicas, que dirige Luis Zarrabeitia, espera contar en septiembre próximo con el estudio que determinará las soluciones técnicas posibles para alargar la autopista desde Etxabarri, donde concluye en la actualidad, hasta un punto por definir de la N-I al sur de Vitoria.
Zarrabeitia anunció ayer la disposición del Ejecutivo alavés de avanzar en este proyecto para que pueda ejecutarse en la próxima legislatura. "Esta infraestructura exige ser completada", recalcó. En la actualidad, la AP-1 muere en Etxabarri y los conductores que se dirigen hacia el sur se ven obligados a circular durante unos tres kilómetros por la N-622 hasta conectar con la N-I.
El diputado alavés de Transportes también se comprometió a subsanar las deficiencias que existen en la señalización de la AP-1 en Vitoria, donde los paneles no informan adecuadamente de las rutas que pueden seguir los conductores para dirigirse hacia San Sebastián.
Zarrabeitia compareció en la sede de la Diputación guipuzcoana con su homólogo de esta provincia, Eneko Goia, para hacer un balance del primer año de puesta en servicio de la autopista. Ambos se mostraron muy satisfechos con el uso de esta vía, abierta tras diez años de obras y una inversión total de 963 millones de euros (780 millones en Guipúzcoa y los otros 183 millones en Álava). La intensidad media de circulación es ligeramente superior a los 9.000 vehículos que transitaban cada día por el puerto de Arlabán antes de inaugurarse la autopista. Estas cifras ponen de manifiesto que la AP-1 apenas ha conseguido restar tráfico a la saturadísima N-I como pretendían las autoridades. Los transportistas evitan la autopista al considerarla muy cara.
Goia justificó el precio del peaje (5,96 euros sin descuentos de Vitoria a Eibar) por la "enorme cantidad" de túneles y viaductos con que cuenta la infraestructura. El 50% de los usuarios utilizan el sistema ViaT para acogerse a rebajas en el coste.
El punto de mayor concentración media de tráfico de la AP-1 se da en el tramo Eibar-Bergara, con más de 15.000 vehículos diarios. Los picos más altos de uso se registraron en este mismo trayecto en julio pasado, coincidiendo con la Operación Salida, cuando se rozaron los 20.000 vehículos al día.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 25 de mayo de 2010