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CARTAS AL DIRECTOR

El FMI y la crisis

¿Fue el FMI el que certeramente predijo, avisó y comunicó la actual crisis económica? ¿Fue el FMI el que sabiamente aconsejó a los distintos países qué medidas tomar al respecto para que esta no se produjera? No, no fue así. Más bien fue cómplice en el consentimiento, callando y, por tanto, otorgando, dando alas a los que nos han conducido a las penurias por las que hoy pasamos. El FMI se atiene a una ortodoxia económica, supuestamente válida para todos, aplicable a cualquier caso y circunstancia que, más de una vez, se ha mostrado errónea. Pregunten si no a los argentinos qué tal les fueron los consejos del FMI, y luego pregunten a los brasileños. Parte del éxito de estos últimos viene de no hacer mucho caso a las recomendaciones del FMI.

Clama al cielo ver cómo las instituciones financieras solo se acuerdan del Estado en época de crisis, entonces es cuando dicen que este intervenga, participe, para luego demandar soluciones cuando ve aumentar su déficit, debido en gran parte a estas ayudas. Es evidente que hay que atajar el déficit, pero que los que demostradamente se equivocaron vengan a darnos consejos de cómo apagar el fuego que ellos directa o indirectamente provocaron es vergonzoso.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 27 de mayo de 2010