Mariano Rajoy parecía un líder fuerte, pero se está demostrando que no. Creo que se están cometiendo errores de bulto, que serán muy difíciles de cambiar. Rajoy tendría que haber demostrado a los españoles su poder y echado a todos los que en estos momentos están salpicados por el caso Gürtel, desde Camps hasta el último sospechoso. Tendría que haber exigido explicaciones a Esperanza Aguirre y que demostrase que no está mezclada en el asunto de los espías. Tendría que haber echado a Fabra hace tiempo. Ha tenido una ocasión maravillosa para convencer a los ciudadanos presentando una batería de medidas alternativas para demostrar que se pueden hacer las cosas mejor. No ha sido así. ¿No sería mejor seguir la línea de otros partidos conservadores de Europa.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 27 de mayo de 2010