Como a los jugadores de póquer, si hay algo que molesta a un gestor de hedge funds es que le vean las cartas en plena partida. Sin embargo, los inversores más especulativos tendrán que adaptarse a unas reglas del juego más transparentes. La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) decidió ayer adaptar las medidas aprobadas por el Comité Europeo de Supervisores Bursátiles (CESR) en relación con la comunicación de posiciones cortas. Será el primer país en hacerlo.
Esta nueva normativa fija la obligación de los inversores de comunicar a la CNMV las apuestas a la baja que excedan del 0,2% del capital de cualquier compañía cotizada. Cuando una posición corta supere del 0,5%, el inversor estará obligado no solo a comunicarla al supervisor sino también al mercado. Esta normativa, que entrará en vigor el próximo 10 de junio, sustituye a la que estaba vigente desde septiembre de 2008. Entonces, la CNMV, en línea con otros supervisores, y en un contexto marcado por la quiebra de Lehman Brothers y el descalabro en Bolsa de los bancos, estableció la obligación de hacer pública cualquier posición corta superior al 0,25% del capital, pero únicamente en una veintena de valores financieros.
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Tomar posiciones cortas en un valor permite a los inversores aprovechar las caídas de la Bolsa. La operativa más común consiste en pedir prestados los títulos para venderlos. Si el valor de las acciones cae permite al inversor recomprarlas más baratas y apuntarse la plusvalía. La nueva normativa europea llega en un momento marcado por la polémica en torno a esta operativa. Alemania aprobó la pasada semana de forma unilateral la prohibición de las apuestas bajistas en descubierto (sin tener los títulos) sobre sus valores financieros, la deuda soberana y los seguros contra impago (CDS). Berlín quiere ampliar ahora esta limitación a todos los valores.
En España las ventas a corto en descubierto sobre acciones están prohibidas desde hace tiempo. El presidente de la CNMV, Julio Segura, es partidario de dotar de más transparencia al mercado en lugar de introducir nuevas restricciones. De hecho, el supervisor español, además de adaptar la nueva normativa de CESR, introducirá por su cuenta una norma según la cual cada 15 días se harán públicas de forma agregada las posiciones cortas comunicadas y no publicadas (aquellas entre el 0,2% y el 0,5%).
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 28 de mayo de 2010