A pesar del endurecimiento de los operativos contra el furtivismo en el mar y del incremento de decomisos en los últimos meses, se está "consolidando prácticas" de marisqueo ilegal que "ponen en cuestión todo el sistema de extracción de especies y su reglamentación y comercialización a través de la red de cofradías y lonjas". Es una constatación "preocupante", según el fiscal superior de Galicia, Carlos Varela, quien encargó a la Guardia Civil un estudio sobre esta práctica ilícita para planificar estrategias conjuntas de las fuerzas de seguridad y las administraciones.
"Hay que avanzar en la erradicación total del furtivismo", declaró el representante del Ministerio público en la clausura, ayer en A Coruña, de una jornada de debate que reunió a guardias civiles y de costa, cofradías y responsables de la Xunta, el Estado y del poder judicial.
El Gobierno gallego es partidario de una reforma legal para endurecer las sanciones contra los furtivos. Hasta ahora son faltas administrativas y sólo se puede actuar por la vía penal si se logra determinar la comisión de delitos asociados a esa práctica, como demostrar que atenta contra la salud pública o contra el patrimonio.
Los furtivos, destacó Varela, "hacen caso omiso de la presencia policial y de la amenaza de sanción económica", máximo cuando una mayoría suele declararse insolvente, "y no tienen reparo en insultar o incluso intentar agredir al personal de vigilancia". Estas actuaciones, continuó el fiscal, "van más allá de la falta administrativa y constituye un auténtico delito penal" de atentado, lesión o amenaza.
Colaboración
No obstante, resulta difícil luchar contra el furtivismo por la vía penal. El estudio encargado a la Guardia Civil, que se presentará a finales de año, pretende recopilar toda la legislación vigente sobre el marisqueo "e indagar sobre los problemas jurídicos" que plantea la persecución de esta práctica que agota los bancos de almeja y berberecho pero que también se extiende a percebe, vieira y pulpo.
El documento permitirá tener una radiografía de la situación y elaborar medidas que también pasan por una mayor coordinación de todas las fuerzas y administraciones implicadas en combatir esta lacra. Para las cofradías, existen problemas en muchas zonas por no actuar conjuntamente guardias civiles y guardacostas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 29 de mayo de 2010