Escucho con asombro ayer en el telediario las primas que recibirían los futbolistas de la selección española en caso de ganar el mundial. Nada menos que 550.000 euros por cabeza. En estos tiempos donde la mejor ocurrencia para no despilfarrar el dinero y reducir el déficit es congelar las pensiones o bajar el sueldo a los funcionarios, una federación española, sustentada con los impuestos de todos los españoles, quiere pagar a unos jugadores, de por sí inmensamente ricos, unas cantidades de dinero vergonzosas.
¿Quién controla y fiscaliza todo el dinero que se gasta esta federación en un mundial, llámense primas, comidas, invitaciones y viajes? Y sobre esto aún no he oído ni siquiera una voz discordante que lo cuestione. Así nos luce el pelo. Pan y circo que no falten.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 30 de mayo de 2010