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El PP rechaza el traslado de los depósitos químicos de Arousa

El BNG insiste en ubicar la "bomba de relojería" fuera de la ría

Aunque los tres partidos con presencia en el Parlamento gallego están de acuerdo en buscar una solución para los depósitos químicos que Finsa mantiene en el puerto de Vilagarcía de Arousa, la Cámara no tomará ninguna iniciativa para pedir a la Xunta y al Estado que actúen en ese sentido. Los diputados del PP en la comisión de pesca votaron ayer en contra de una proposición no de ley de los nacionalistas que pedía el traslado de los depósitos y la eliminación del tránsito de buques con hidrocarburos por el interior de la ría de Arousa.

El grupo popular no cedió en su intención de hacerlo mediante un diálogo entre todas las partes implicadas. "Queremos avanzar en este tema, que se le dé una solución, ya sea trasladar los tanques, darles otros usos o determinar qué buques pueden navegar" por la ría, defendió el portavoz del PP en materia de pesca, José Manuel Balseiro. El pasado verano, el Tribunal Supremo impidió al grupo maderero seguir suministrando hidrocarburos a terceros porque la empresa carecía de un permiso ambiental, requisito obligado por la Unión Europea pero que aún no contemplaba la legislación estatal. Sin embargo, el fallo del alto tribunal mantuvo la licencia que le otorgó la Xunta hace casi una década para seguir con la actividad del suministro de sustancias químicas para uso propio.

Finsa ha pedido un permiso ambiental para incrementar su actividad

La iniciativa que se debatió ayer partió del diputado del BNG Bieito Lobeira, quien insistió en que "es necesario mover ficha y eliminar una auténtica bomba de relojería de la ría de Arousa", una de las áreas más productivas de Europa en marisqueo y de la que dependen unos 26.000 puestos de trabajo, según el nacionalista. Su ubicación dentro de la ría "entraña riesgos inasumibles", tanto medioambientales como para la salud de las personas, por su proximidad con el núcleo urbano. Por ello, el BNG reclama instar al Estado -ya que el puerto de Vilagarcía depende del Gobierno central- a trasladar los depósitos. Desde los asientos socialistas, Marisol Soneira apostó también por una reubicación, pero gradual, que no afecte a los intereses de la empresa maderera.

Pero los movimientos de los grupos de la oposición chocan contra la postura de Finsa, que ya está tramitando un permiso ambiental que le permita volver a servir hidrocarburos al por mayor. La autorización deberá ser aprobada por la Consellería de Medio Ambiente. Esta actuación despierta los recelos del BNG, que ve en ella un "intento de legalización de los depósitos".

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 4 de junio de 2010