A veces, algunos directores de cine, como Spielberg o Haneke, deciden pegar un volantazo a sus carreras y realizan sus películas en blanco y negro. Lo hacen para subrayar la historia que están narrando, conseguir resultados emocionantes y homenajear a los clásicos. En los videojuegos raramente existe la nostalgia: cada año tienen un aspecto más realista, con gráficos ultradetallados y bandas sonoras atronadoras. Pero tres videojuegos apelan al pasado. Los tres tienen filosofías diferentes, por su argumento y por su forma de jugarlos, pero coinciden en su trazo encantador, un poco perturbador y otro poco gótico. Tres joyas en blanco y negro.
Echochrome. Con escenarios paradójicos a lo Escher, el objetivo es conseguir que un muñeco se mueva de una parte a una meta, evitando obstáculos como abismos o agujeros. Con dos botones se mueve la perspectiva del escenario para crear efectos ópticos y que el muñeco avance. Un entretenimiento o una tortura, según se mire. Para PS3 y PSP. SCE Japan.
Las desventuras de P. B. Winterbottom. P. B. es un malvado devorador de tartas que controla el continuo espacio tiempo. Puede clonarse para saltar sobre sí mismo y llegar a los dulces más elevados o volver atrás en el tiempo para satisfacer su apetito, ya que se juega a contrarreloj. Todo en un elegante diseño que recuerda a las películas de cine mudo. Está disponible para PC y Xbox 360 a través de Xbox Live. 2K Play.
Limbo. Un niño busca a su hermana pequeña en el limbo para evitar que termine en el infierno. Tan metafísico argumento vertebra este título independiente que, más que en B/N, es en negro con pinceladas blancas. Saldrá a la venta este verano en Xbox Live para la consola Xbox 360. Play Dead Studios.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 4 de junio de 2010