Hasta ahora, todos los Gobiernos insistían en proclamar las diferencias de sus países con Grecia. Pero ayer Hungría dio un sobresalto al subrayar que atraviesa una situación económica gravísima, "comparable a la de Grecia", y que la posibilidad de impago de su deuda no es exagerada. Lo hizo por boca del Gobierno de centro-derecha que acaba de tomar posesión, y que acusa al anterior Ejecutivo socialista de haber mentido sobre la situación económica y manipulado las cuentas. Eso, unido al mal dato de empleo en EE UU, provocó otro día de miedo en los mercados en el que España volvió a ser una de las peor paradas. El Ibex cayó un 3,8% y la prima de riesgo de la deuda española roza ya los dos puntos porcentuales, casi el cuádruple que hace seis meses.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 5 de junio de 2010