Mercedes G. C., de 36 años y su hijo, de cuatro, murieron ayer por la mañana apuñalados por el padre del niño, Cristóbal, también de 36 años, vigilante de seguridad en el mismo supermercado en el que trabajaba su esposa. Los hechos ocurrieron en el domicilio familiar, en Almería. La hija mayor de la pareja, de 16 años, acababa de irse al instituto. Los vecinos acudieron a la casa para detener al hombre, que escapó por la ventana -el piso está en una segunda planta-, pero se rompió el brazo en la caída. La policía le detuvo en la calle. Mercedes nunca denunció malos tratos.
Otra víctima, de 65 años, María Luisa P. F., murió la noche del jueves degollada en su casa, en Madrid. La policía centra sus investigaciones en el novio de la mujer, con el que llevaba 40 años.
De confirmarse este último caso como violencia machista serían ya 32 las víctimas este año.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 5 de junio de 2010