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37 años para el kamikaze de Málaga

El tribunal considera los cinco atropellos como intentos de asesinato

La Audiencia Provincial de Málaga condenó ayer a 37 años y medio de prisión a Antonio Bravo Martín, el ex guardia civil de 43 años que el 30 de agosto de 2008 irrumpió con su coche en la calle Larios de Málaga, la vía peatonal más concurrida, y arrolló a cinco personas en una acción, en la que él mismo confesó que lo único que buscaba era "hacer daño".

El tribunal, presidido por el magistrado Rafael Linares Aranda, considera al kamikaze responsable de cinco intentos de asesinato a los que ha aplicado una atenuante por "anomalía psíquica". Cada uno de los delitos le supondrá siete años y medio de prisión. Con todo, el condenado solo estará obligado a pasar entre rejas 22 años y medio, el triple de la pena más grave.

El fallo judicial considera que el conductor tenía la intención de matar a los viandantes sin correr riesgo, y que era responsable de sus actos. La sentencia precisa que, en algunos momentos, llegó a alcanzar los 60 o 70 kilómetros por hora de velocidad y dirigió su vehículo contra una persona en silla de ruedas, que sin embargo evitó en el último momento para dirigirse a una pareja. Cuando llegó a la plaza de la Constitución, dio la vuelta y volvió a la misma calle.

Durante el juicio declararon seis peritos que le consideraron "absolutamente responsable", y un séptimo, que destacó un "significativo menoscabo de sus facultades", algo que le hace "semiimputable", según el tribunal. "Quería quitarse la vida, pero al mismo tiempo saldar una deuda con la sociedad", declaró un especialista que le trata desde enero de 2009. "Entiende mal la realidad y por eso actúa mal", añadió.

Durante el juicio, el acusado afirmó que quería matarse, pero que antes tenía que hacer todo el daño posible, que quería atropellar a la gente, que aceleró y no podía parar, que quería estrellarse contra el muro, Además, el ex guardia civil sostuvo ante el tribunal que había pensado en suicidarse tirándose desde el balcón, pero que lo descartó porque de esa forma "no haría daño".

El conductor tendrá, además, que pagar de forma solidaria con la empresa aseguradora Reale 56.414 euros en indemnizaciones a tres de los heridos.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 8 de junio de 2010