Un apunte para la reflexión del ministro de Fomento, José Blanco ("¿Tiene sentido en una Administración descentralizada que sigan existiendo las diputaciones provinciales?", dijo) suscitó ayer opiniones discrepantes en las filas socialistas. El alcalde de Vigo, Abel Caballero, pidió un decreto ley para que las diputaciones "desaparezcan" de las grandes ciudades, mientras que los presidentes de esos organismos en las provincias de A Coruña y Lugo, Salvador Fernández Moreda y José Ramón Fernández Besteiro, reivindicaron su "utilidad" para los pequeños ayuntamientos.
Caballero vinculó expresamente su petición a la Diputación de Pontevedra que preside Rafael Louzán (PP) y que actúa, según el alcalde vigués,como "factor de distorsión administrativa" y "dilapida" los recursos sin invertir en Vigo. "Es un obstáculo al desarrollo de la ciudad", por lo que pidió que transfiera al Ayuntamiento el dinero que le corresponde a Vigo por su población. "Estamos dispuestos a asumir esas competencias de inmediato", dijo.
Moreda las consideró "imprescindibles mientras haya dispersión de los ayuntamientos". "Las diputaciones existen y por lo tanto tenemos la obligación de prestigiarlas con nuestro trabajo", indicó, y reconoció que "indudablemente no tendrían razón de ser" si hubiese una reforma que promoviese la fusión o supresión de ayuntamientos.
Comarcalización
El presidente lucense, Gómez Besteiro, también defendió la "utilidad" de las diputaciones, aunque advirtió que, "si en el futuro hay una reforma integral de todo el sistema local, donde se produzca el reagrupamiento de los ayuntamientos, también habrá que replantearse las competencias de las diputaciones". "Mientras tanto hay que basarse en la utilidad", dijo. Besteiro renegó de una supuesta comarcalización y de sus consecuencias en una provincia como Lugo, donde "el verdadero cáncer es la despoblación y el envejecimiento".
Desde el BNG, sin embargo, se aplaudieron las declaraciones de Blanco. Para el vicepresidente lucense, Antón Bao, las diputaciones son "residuos del pasado", y el teniente de alcalde vigués, Santiago Domínguez, se felicitó de que el PSOE se sume "a la histórica demanda" de su eliminación, en el caso de la de Pontevedra, porque "no sirve más que para caciquear con los recursos de toda la ciudadanía y discriminar a Vigo".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 8 de junio de 2010