Hubo un tiempo en que España se quitaba de encima las telarañas del franquismo. La mayor parte de la sociedad apostaba por la democracia y la libertad. Se perdieron miedos. También fue arrinconada la costumbre de recurrir al silencio cuando se hablaba de política. Los españoles querían formar parte de Europa con todos los derechos. Y muchos jóvenes se lanzaron a la calle enarbolando la cultura del rock como una bandera. Ese tiempo englobó el final de los años setenta y el comienzo de los años ochenta. Su símbolo máximo en el campo cultural fue la movida.
Músicos, artistas y periodistas pusieron toda su fuerza y su talento para que España tuviera una cultura tan avanzada como las de EE UU, Francia o Reino Unido. Uno de estos periodistas y promotores de la movida fue Jesús Ordovás (Ferrol, A Coruña, 1947), que presentó ayer en Sevilla una muestra centrada en ese movimiento cultural.
La exposición reúne discos, carteles, revistas, casetes, folletos y octavillas
La exposición La movida del Diario Pop se podrá ver en la sede del Centro de Iniciativas Culturales de la Universidad de Sevilla (Madre de Dios, 1) hasta el 5 de septiembre. La muestra detalla distintos aspectos de la música pop española a través de discos, carteles, revistas, casetes, octavillas y objetos recopilados por Ordovás en su programa de radio Diario Pop.
Destacan con fuerza las portadas de discos que marcaron a una generación: Deseo carnal, de Alaska y Dinarama; ¿Cuándo se come aquí?, de Siniestro Total; Extraños juegos, de los Zombies; Los tiempos están cambiando, de Loquillo; Madrid, de Burning; Viviendo en la era, de Los Flechazos; Esto es rocanrol, de Los Rebeldes... Hay una biblioteca con libros que dan cuenta de la historia del pop español y de algunos nombres relevantes, como Alaska, Radio Futura y Loquillo. También hay folletos, chapas, invitaciones y pegatinas que retratan una época en la que la música más fresca, el cine más vanguardista y los diseños más rupturistas hacían que los Pirineos dejaran de ser una frontera casi imposible de cruzar.
Ordovás, que es autor de Historia de la música pop española (Alianza Editorial), recuerda que las portadas de muchos discos son obra de "los mejores fotógrafos y diseñadores de los últimos 30 años". El Hortelano, Ceesepe, Ouka Leele, Guillermo Pérez Villalta, Nazario, Mariscal, Alberto García-Alix, Fabio de Miguel, Sigfrido Martín Begué, Óscar Mariné, Javier de Juan, Miguel Trillo, Pablo Pérez Mínguez, Víctor Coyote y Carlos Berlanga, entre otros, dejaron muestras de su talento.
"La movida fue una revolución cultural intergeneracional porque en ella participamos algunos artistas y profesionales de la prensa, radio y televisión que llevábamos años escribiendo en revistas. Éramos periodistas y creadores como el director de cine Pedro Almodóvar, el pintor Herminio Molero y el fotógrafo Pablo Pérez Mínguez. Nosotros nos juntamos con la generación más joven, que estaba formada por Carlos Berlanga, Alaska, Alberto García-Alix y Ceesepe, entre otros", dice Ordovás.
"Y todo ello fue el germen de la movida. Es decir, periodistas y personas que pintaban y hacían cine o música", puntualiza Ordovás, que inició su andadura profesional en Triunfo en 1969. Esta revista era como una antorcha de libertad que brillaba entre las sombras de la dictadura. Años más tarde, la movida fue el mejor ejemplo de que el franquismo era ya un triste recuerdo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 11 de junio de 2010