1950. Brasil, estadio de Maracaná. España 1-Inglaterra 0, gol de Zarra. Gol de Matías Prats. No saben ustedes cuántas veces ese extraordinario gol ha vuelto a ser marcado, narrado, en mi casa. En cambio, la segunda generación, es decir, la que yo represento, no pasó nunca de cuartos. El casi gol de Cardeñosa, los penaltis ante Bélgica, el escándalo ante Corea o el tabique nasal de Luis Enrique... ¿Es o no es sangrante?
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 14 de junio de 2010