Siempre que llega el Mundial recuerdo la imagen de Italia en el de Estados Unidos en 1994, con Tassotti rompiéndole de un codazo el tabique nasal a mi paisano Luis Enrique y haciendo un penalti clamoroso que el árbitro no pitó. Como siempre, Italia nos eliminó y la furia española se nos quedó por los suelos con Luis Enrique sangrando. Esperemos no correr la misma suerte este año. Creo que será un Mundial tremendo y con muchas posibilidades para La Roja por fin.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 15 de junio de 2010