Los Mossos d'Esquadra han desarticulado una red que vendía pastillas para adelgazar falsas y sin ninguna garantía sanitaria. En el marco de la Operación Dieta, la policía autonómica se ha incautado de más de 200.000 píldoras que han puesto en riesgo a compradores de medio mundo; en especial, de Estados Unidos. Los dos detenidos poseían un piso franco en Barcelona que funcionaba como centro de distribución (el laboratorio está en China) y, tras dos años en el negocio, lo tenían todo listo para continuarlo en París.
La denuncia de una farmacéutica norteamericana, hace tres meses, puso a los Mossos sobre la pista. La empresa detectó un aumento notable de la entrada de medicamentos falsificados en Estados Unidos, que los ciudadanos compraban a través de Internet. El aspecto externo de los medicamentos era idéntico al original. Pero el principio activo utilizado era otro, por lo general uno prohibido o retirado por la Unión Europea. De ahí el riesgo para la salud.
La venta se hacía a través de páginas web alojadas en "países opacos" y creadas por usuarios que, a cambio, recibían una pequeña compensación económica. Una vez localizada la víctima -que a menudo era dirigida a esas páginas a través de correo basura- la banda usaba buzones de correo de Barcelona para realizar los envíos y evitar las sospechas de la policía. Los dos arrestados habían extremado las medidas de seguridad después de que, en 2007, la policía les echara el guante por una estafa idéntica en Alemania, su antigua base de operaciones.
La banda hacía 4.000 envíos al año. Los comprimidos hallados podrían haber alcanzado un valor en el mercado superior a los 300.000 euros.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 16 de junio de 2010