La consejera de Salud, Marina Geli, pone en su libro Endreçar l'ànima los puntos sobre las íes y se sincera políticamente mucho más que sus correligionarios del PSC al reconocer que Cataluña se encuentra inmersa en una situación de desconcierto, lejanía, desorientación, indiferencia y falta de confianza. Para superar este trance -salpicado de "instintos cainitas", afirma-, la consejera reivindica valores como el humanismo, cívico y religioso, y la confianza en uno mismo. Un movimiento que Geli define como vintiucentisme.
Ayer por la tarde, Marina Geli se rodeó en ESADE de su familia, amigos, compañeros de la política y la medicina en la presentación pública del libro, una compilación de sus vivencias como mujer, médica, política, socialista y consejera de la Generalitat. Pasqual Maragall elogió su papel en el Gobierno "porque ha aguantado dos legislaturas nada fáciles". Y José Montilla aplaudió su ejercicio de "revisar el pasado sin excesivas nostalgias y desde una mirada poliédrica".
El capítulo más sucinto, en el que habla de política, Geli se refiere a la necesidad de emprender un nuevo pacto constitucional que convierta al Senado en una cámara autonómica y en la que todos los grupos catalanes, incluido CiU, defendieran posiciones comunes. Esta actitud debería trasladarse al Congreso sin que ello implicara que el PSC tuviera grupo parlamentario propio.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 16 de junio de 2010