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La CIG planea actos "por separado" contra la reforma laboral.

El secretario general de la CIG, Suso Seixo, calificó ayer de "tremendo error" no hacer la huelga general hasta septiembre, como han acordado los dos sindicatos mayoritarios en España, y avisó de que, en este escenario, es "probable" que su organización opte por realizar actos "por separado", para "no mezclarse" con un modelo sindical "regresivo", con el que identificó a CC OO y UGT.

En una rueda de prensa celebrada en Santiago, el responsable sindical se reafirmó en que es necesaria una huelga general "contundente e inmediata, para este mismo mes" y auguró que será "muy difícil" explicar a los ciudadanos por qué se espera hasta después del verano para "responder" a la situación actual. A su juicio, no conviene una huelga "a la defensiva", es decir, a la espera de que el Gobierno "recorte más derechos", sino que sería necesaria una actuación "ofensiva" para demandar políticas "reales" que permitan salir de la crisis y den "garantías" de futuro a la clase trabajadora.

Pese a su rechazo al retraso de la convocatoria, Seixo explicó que será este viernes cuando el secretariado confederal de la CIG decida cómo va a participar en la huelga, a la que dio por hecho que se va a sumar. Entre tanto, recordó que habrá movilizaciones mañana en las ciudades gallegas contra la reforma laboral que aprobará hoy el Gobierno central en un Consejo de Ministros extraordinario, y manifestó su deseo de que haya "una respuesta importante".

"Cesión" a la patronal

Muy crítico con la reforma, Suso Seixo incidió en su carácter "regresivo" y la enmarcó en un escenario "muy favorable" para la patronal con una "clara cesión" del Gobierno central a las "presiones" de la UE y del capital financiero. Con todo, aventuró que la patronal no se dará por satisfecha con el alcance de la reforma.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 16 de junio de 2010