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CARTAS AL DIRECTOR

Semprún, un ejemplo de intelectual

En estos momentos en que la lucha por los valores democráticos es eclipsada por la preocupación inherente a la crisis económica, Jorge Semprún nos recuerda, en su último libro, Une tombe au creux des nuages. Essais sur l'Europe d'hier et d'aujourd'hui, que constituye un compendio de conferencias en las que él reflexiona sobre Europa, la importancia de la "experiencia y de la memoria". Semprún se presenta como un "intelectual español comprometido con los combates políticos y culturales de su época", que continúa luchando, con pasión y espíritu crítico, para construir el presente y el futuro, cimentados en un análisis lúcido del siglo XX.

Los intelectuales españoles, que tenemos que hacer frente a un neoliberalismo que impone sus reglas de juego y a una burocracia que, en el marco del proceso universitario de Bolonia, tiende a asfixiar la libertad y la crítica y nos obliga a adoptar y no a adaptarnos e intervenir críticamente en las reformas, deberíamos reflexionar sobre lo que Semprún propone en su conferencia De la perplejidad a la lucidez, en torno a la importancia de la duda y de la perplejidad: "Un pensamiento que estuviera centrado sobre la certeza absoluta de sus propios postulados, de sus propios puntos de partida, no sería, verdaderamente, un pensamiento. Se limitaría a ser un discurso monolítico, un monólogo dogmático".

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 16 de junio de 2010