El Gobierno español es partidario de que se adopten sanciones contra los países que incumplan el Pacto de Estabilidad -que establece un déficit del 3% en 2013-, pero se opone rotundamente a modificar los tratados europeos, como pretende la canciller alemana, Angela Merkel. "Reabrir el debate institucional supondría sumir a la UE en la parálisis en el peor momento posible", alegan fuentes de La Moncloa.
Las conclusiones provisionales del Consejo Europeo que se celebra hoy en Bruselas -el último bajo presidencia española- prevén mecanismos para reforzar la gobernanza económica, como las sanciones e incentivos económicos o el examen previo de los presupuestos nacionales. Merkel quiere ir más lejos y aboga por suspender el derecho de voto a los países que incumplan sus compromisos o falseen las cuentas. Zapatero tiene previsto aprovechar la cumbre de hoy para mantener su primera entrevista con el nuevo primer ministro británico, el conservador David Cameron.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 17 de junio de 2010