Tras una pausa enfática, el primer ministro británico Cameron comunica en rueda de prensa que los recortes que prepara van a ser severos, y que pueden durar hasta décadas. Los telediarios se hacen eco y la normalmente discreta presentadora, levantando una ceja, nos hace notar la gravedad de la previsión: décadas.
¡Pues vaya noticia! Los recortes del sueldo de los funcionarios van a durar (aquí hagan una pausa enfática) para siempre. Nunca se recuperará ese paso atrás. No habrá luego subidas espectaculares, y cuando la cuenta de resultados de las grandes empresas vuelva a sus niveles anteriores y disminuya el paro, nadie resarcirá a los trabajadores públicos. Décadas, ¡bah!, minucias.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 17 de junio de 2010