La autopista A-8 (Bilbao-Behobia) ha dejado de llamarse ofialmente así a su paso por Guipúzcoa y pasa a denominarse AP-1/AP-8. La N-I (Madrid-Irún) ya no termina en la frontera, sino 28 kilómetros antes, en Lasarte-Oria. Y la autovía de Navarra (A-15) se alarga desde Andoain hasta San Sebastián. Son algunos de los cambios introducidos por la Diputación de Guipuzcoa en la catalogación de sus principales carreteras. Esta suerte de bautismo viario se produce, en palabras del diputado de Infraestructuras Viarias, Eneko Goia, como consecuencia de la transformación que se está dando tras la apertura de la autopista Eibar-Vitoria (AP-1) y la próxima puesta en servicio del segundo cinturón donostiarra y de la autovía del Urumea.
Además de renombrar un total de ocho carreteras, la institución foral ha establecido una nueva jerarquía entre las mismas. A partir de ahora, la N-I no será la arteria principal de Guipúzcoa. Cede la consideración de "eje transnacional norte-sur" a la autopista de pago AP-1/AP-8, que cubre el corredor Irún-Eibar-Vitoria. A esta vía se integrará el segundo cinturón desde su inauguración el día 25 de junio.
La variante donostiarra se desgaja de la autopista y se convierte en una carretera comarcal (GI-20). La N-I entre Rentería e Irún se denomina ahora GI-636 "con un perfil más urbano", explicó Goia. La A-15 no morirá en Andoain, sino que llegará hasta la capital guipuzcoana, puesto que asumirá todo el trazado de la autovía del Urumea.
Goia también informó de que el Consejo de Diputados aprobó el pasado martes el decreto foral norma por el que se actualizan las tarifas de las autopistas. Además del incremento del IVA al 18%, la entrada en funcionamiento del segundo cinturón conllevará el encarecimiento de los peajes de Zarautz, Orio, Oiartzun e Irún, aunque los guipuzcoanos tendrán descuentos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 17 de junio de 2010