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Marcha de la Unidad en Bruselas / AP
"La Nueva Alianza Flamenca (N-VA) opta por una república flamenca, miembro de una Europa confederal y democrática". El 30% de los flamencos votan por la N-VA. Luego los flamencos son independentistas y Bélgica se acaba. ¿No? Pues, no. El tsunami electoral del conservador Bart de Wever ha creado el espejismo de que el país está a punto de saltar por los aires ante la pujanza de un Flandes que se quiere independiente.
La ruptura de Bélgica tropieza con la enorme deuda del país, el reparto de infraestructuras y el futuro de Bruselas
Dominique de Villepin, ex primer ministro y rival enconado de Nicolas Sarkozy en la derecha francesa, apareció al fondo de la sala, envuelto en una nube de periodistas y admiradores y recorrió la inmensa nave industrial oyendo un grito unánime: "¡Villepin, presidente!, ¡Villepin, presidente!".
Dos 'Polonias' se enfrentan hoy en las urnas. Una más moderna que quiere avanzar a todo ritmo en la integración con Europa, se inclina por la laicidad del Estado y las reformas económicas y sociales. Y otra más recelosa de la UE, que defiende la tradición y los valores católicos.
Tras una sucesión de signos negativos sobre la marcha de la guerra en Afganistán, un informe de Naciones Unidas vino ayer a confirmar que las cosas no van bien en aquel país: la violencia se duplica, la criminalidad se extiende, el Gobierno es incapaz de imponer su autoridad y el extremismo islámico demuestra renovada vitalidad.
Cuando, el pasado febrero, la Corte Constitucional de Colombia puso freno a la segunda reelección de Álvaro Uribe, parecía que nadie sería capaz de llenar el vacío de este presidente ubicuo, que deja el cargo después de ocho años con una popularidad del 75%.
Cientos de personas acudieron ayer al funeral y entierro de varios de los 16 mineros que fallecieron el viernes tras la explosión de una mina en Amaga, en el norte de Colombia. Docenas de trabajadores quedaron atrapados en el yacimiento y se teme por su vida.
El Gobierno de Raúl Castro sigue dando pistas de que el proceso de diálogo abierto con la Iglesia católica va en serio. Y también, de que pronto se verán nuevos "resultados", en términos de más excarcelaciones de presos políticos. El viernes, durante una recepción ofrecida por la nunciatura de La Habana con motivo de la visita del "canciller" de la Santa Sede, Dominique Mamberti, el ministro cubano de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez, volvió a felicitarse por el buen momento de las relaciones con el Vaticano y la Iglesia católica e insistió en que ahora tiene lugar un "proceso que seguirá fructificando".
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