El desconcierto con Rodríguez Zapatero crece por momentos: a la vez que busca desesperadamente el máximo consenso parlamentario para sacar adelante su controvertida reforma laboral, en el tema de la elección del municipio que acogerá el ATC (almacén temporal centralizado de residuos radiactivos de alta actividad) parece hacer caso omiso de la casi unanimidad (339 votos a favor, tres abstenciones) de la iniciativa del 23 de febrero, en que se instaba al Ejecutivo a escoger el emplazamiento que asegurase la consecución del mayor consenso social, territorial e institucional, especialmente con las comunidades autónomas. Con la cantidad de problemas que vivimos en nuestro país, ¿qué extraños intereses pueden mover al Gobierno a hacer caso omiso de la Cámara baja, a la vez que busca su apoyo para la reforma laboral.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 20 de junio de 2010