Tras poner de los nervios a sus seguidores con un control exhaustivo para impedir el acceso de cámaras al Poble Espanyol (la cola llegaba hasta la plaza de Espanya), Bob Dylan los sedujo con su genial gruñido y sus canciones. El cantante, todo de negro y tocado con su sombrero de aire cordobés, arrancó a las 21:45 con Rainy day woman. Dylan cantó con voz muy ronca, deformando algunas canciones hasta hacerlas irreconocibles. La cuarta, la imperecedera Just like a woman, fue coreada por un público que llenó el recinto y lucía mucha cana. L. H.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 25 de junio de 2010