No ha sido la primera vez que la patronal hotelera de la Costa Blanca, Hosbec, o su presidente hacen valoraciones políticas, pero nunca con la dureza que ayer enfocó Antoni Mayor contra la política urbanística de los sucesivos gobiernos de Benidorm, a los que acusó de "chapucear con proyectos sin sentido" desde la aprobación de su Plan General de Ordenación Urbana en 1990.
Mayor, que fue concejal entre 1979 y 1987, criticó ayer en un comunicado "la falta de criterios y nivel adecuado para encontrar el modelo de ciudad que queremos y necesitamos", en clara alusión a la gestión urbanística que llevaron a cabo Zaplana, Pérez Devesa, Pérez Fenoll y Agustín Navarro, alcaldes durante los últimos 20 años. Y aclaró que ha salido a la palestra por "la ausencia de respeto al espíritu del Plan de Ordenación que diseñó Pedro Zaragoza"
[alcalde de la ciudad entre 1950 y 1967]. "El territorio de Benidorm debe quedar reservado al desarrollo futuro de la ciudad turística tal y como fue concebida en el PGOU", asegura.
Según su criterio, el gobierno local debería "urgentemente replantear" tres proyectos urbanísticos: el segundo hospital comarcal que pretende construir el Consell, la zona residencial del entorno de Terra Mítica y el Plan Armanello, estos dos últimos adjudicados a Enrique Ortiz y definitivamente aprobados.
Para fijar el modelo futuro de crecimiento, Mayor propone establecer una "constitución urbanística de Benidorm", que permanezca en el tiempo y "elimine cualquier posibilidad de aventuras sin sentido y de difícil reparación". Y sugiere que "debería estar redactada por un equipo heterodoxo" que establezca que "más densidad puede ser más futuro y más ciudad". "Benidorm puede ser el modelo español de E-topía, una urbe económica y ecológica que funcionaría de forma inteligente", remató.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 25 de junio de 2010