Selecciona Edición
Selecciona Edición
Tamaño letra
CARTAS AL DIRECTOR

Antonio Gutiérrez: dignidad y coherencia

Sagunt. Valencia

A nadie que conozca mínimamente nuestra reciente historia social le habrá extrañado la abstención crítica del diputado Antonio Gutiérrez Vergara en la votación del decreto de reforma del mercado laboral. Un posicionamiento no por previsible menos esperado por algunos, entre los que me incluyo.

Durante los años en que lideró la Confederación Sindical de Comisiones Obreras, Antonio Gutiérrez tuvo ocasión de tomar partido de forma pública y clara a favor de la dignidad del trabajo y de los derechos de los trabajadores. Y a fe que lo hizo reiteradamente y sin tapujos. Seguramente quienes le ofrecieron un puesto en las listas socialistas consideraron esta trayectoria como un aval electoral.

Lamentablemente, el aparato partidista que en su día quiso aprovechar el valor añadido de una historia personal de coherencia como refuerzo de su opción política a los ojos del electorado, ahora se propone sancionar con una multa el mantenimiento de dicha coherencia. No dudo en que ello sea legal, según los estatutos del Grupo Parlamentario Socialista, pero no parece muy legítimo. ¿O es que los valores personales solo son un reclamo electoralista que hay que dejar de lado una vez se llega a la política?

El ejercicio de la política parlamentaria no está precisamente sobrado de dignidad. Antonio Gutiérrez la ha reivindicado con un sencillo acto de responsabilidad, casi en silencio, sin declaraciones grandilocuentes. La respuesta del portavoz socialista, José Antonio Alonso, llamando a la disciplina contra las convicciones va (in)justamente en la dirección contraria.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 26 de junio de 2010