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Nuevo detenido en Vigo por la pesca con explosivos

La operación abierta contra la pesca con explosivos se cobró ayer una nueva detención. J. R. S., un armador de Redondela pero con base en el puerto de Vigo, fue arrestado en esta ciudad por agentes Servicio de Información de la Guardia Civil de Pontevedra. Pasará hoy a disposición del juez de Cambados que dirige el operativo iniciado el pasado martes y en la que fueron intervenidos más de 120 kilogramos de Goma 2, unos 1.600 detonadores así como abundante mecha que iba a ser utilizada por los barcos del cerco en las Rías Baixas.

El detenido se encontraba entre los objetivos del juez Juan Carlos Carballal, que alcanzan también a otros puertos gallegos. La extensa investigación de la Guardia Civil sobre indicios en la compra de dinamita en el mercado negro de Portugal, pero de fabricación española, está tomando forma conforme se obtienen pruebas.La última incautación de la operación se produjo el pasado viernes en Portonovo, cuando en una finca utilizada por Juan José Deza, el armador del Playa de Portonovo, se localizó un auténtico zulo con dinamita. Deza, horas antes había declarado ante el juez que le había fijado una fianza de 90.000.

Carballal tenía previsto modificar su situación procesal y decretar su ingreso en prisión pero no pudo, al ser contraria su decisión al del Ministerio Fiscal que mantuvo la fianza, que ayer mismo fue depositada, lo que permitió al armador quedar en libertad provisional.

Al igual que lo hiciera el patrón mayor de Vigo, Juan Antonio Tizón, Juan José Deza reconoció que utilizaba explosivos para la pesca del cerco. Incluso declaró que empleaba esta práctica desde hace 14 años.

Ambos, junto a Jesús Sobral Andreu y su hijo Víctor, el patrón del Andreu III, están en prisión, imputados por un delito continuado de tenencia de explosivos y otro medioambiental.

Fue precisamente en Portonovo donde aparecieron los primeros indicios de que circulaba Goma 2 entre los trabajadores del cerco. El marinero del Andreu III Manuel Soto también reconoció los hechos y quedó en libertad con cargos, mientras el hijo del armador, Víctor Deza fue el único al que hasta el momento no se le imputa ningún delito, por lo que quedó libre.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 29 de junio de 2010