Una amplia representación de la sociedad vasca puso ayer voz a las víctimas del terrorismo y la violencia en el homenaje que las Juntas Generales de Guipúzcoa dedicaron a los allegados de los asesinados. Fue un emotivo acto que buscaba llenar los "vacíos" que la barbarie ha creado en Euskadi. "Hoy en este Parlamento hacemos nuestras las ausencias y hacemos de todos los vacíos que dejaron las víctimas", recalcó la presidenta de la Cámara provincial, la socialista Rafaela Romero.
El lehendakari, Patxi López, presidió el homenaje, que contó con la presencia de diferentes representantes institucionales y políticos, así como de numerosos familiares de asesinados y amenazados por ETA. Como invitada asistió la abogada colombiana Clara Rojas, secuestrada por las FARC.
Todos recibieron una rosa blanca y un ejemplar del libro Vacíos, editado para esta ocasión y que reúne fotografías antiguas de las víctimas con sus familiares, reproducidas ahora con las mismas personas y un hueco en el lugar que ocupaba el asesinado.
Los representantes de la sociedad vasca -Juan Luis Ibarra, presidente del Superior; Markel Olano, diputado general; Tontxu Rodríguez, en nombre de Eudel, o Alberto Surio, director de EITB, entre otros- leyeron los poemas o fragmentos de cartas que los familiares han dirigido a sus víctimas, también recogidos en el libro.
Eusko Alkartasuna anunció ayer que no acudirá al homenaje que el Parlamento dedicará el próximo viernes a los concejales víctimas del terrorismo en Euskadi si la presidenta de la Cámara, Arantza Quiroga, decide finalmente excluir a los ediles de la izquierda ilegalizada. El Parlamento cursó invitación formal a todos los municipios, pero su presidenta considera que los regidos por ANV no deberían asistir porque no condenan a ETA, lo que ha dado pie a una polémica en torno al acto.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 29 de junio de 2010