El subteniente en la reserva Francisco Morcillo Moya, de 61 años, murió ayer por la mañana tras una explosión en el Servicio Central de Desactivación Explosivos (Sedex) de la Guardia Civil, con sede en el colegio de guardias jóvenes Duque de Ahumada, en Valdemoro (Madrid). El suboficial estaba en un almacén del edificio, en el sótano, cuando se produjo la deflagración de varios explosivos, según fuentes del instituto armado.
El accidente se originó poco antes de las nueve de la mañana, cuando dos instructores estaban dando una clase de cómo ponerse y quitarse el traje de protección de la especialidad a seis alumnos. Los dos agentes observaron que estaba saliendo humo por debajo de la puerta de un almacén. Ambos intentaron apagar el fuego con dos extintores. Sin embargo, no pudieron abrir la puerta, por lo que decidieron desalojar el edificio, según informó el director general de la Policía y la Guardia Civil, Francisco Javier Velázquez. Minutos después se produjo una explosión en la que murió el subteniente Francisco Morcillo, aplastado por los escombros del derrumbe.
Al lugar se trasladaron 19 dotaciones de bomberos de la Comunidad de Madrid, además de tres UVI móviles del Servicio de Urgencias Médicas de la Comunidad de Madrid (Summa). También se instaló un hospital de catástrofes para atender a las víctimas, informó un portavoz de Emergencias 112. En la deflagración resultaron heridas de carácter leve otras 12 personas, según fuentes de la Guardia Civil.
El subteniente ingresó en el Sedex en 1973. Estaba casado y tiene un hijo que también es guardia civil, al igual que su nuera. Además, dos de sus hermanos pertenecen al instituto armado.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 30 de junio de 2010