Es preocupante la actitud del ex presidente Aznar, que un día tras otro y a lo largo de todo el ancho mundo se está dedicando con tesón a desprestigiar la economía de nuestro país y de paso de la UE y los 27 países que la componen. Todo ello con el apoyo de su grupo neocon, la FAES, y los medios derechistas afines de aquí, del Reino Unido o de la derecha derrotada por Obama en Estados Unidos.
Sorprende, y no poco, que alguien que ha ocupado el mayor puesto de responsabilidad en España se dedique a estos menesteres, muy bien pagados, supongo, pero indignos del puesto ocupado.
Sorprende que quien presidió el Ejecutivo en una era de bonanza económica a base de ladrillazos y propiciar la especulación inmobiliaria que nos ha traído ahora estos lodos, ejerza de gurú de la economía mundial, con una serie de ideas muy contrarias a las de sus colegas ideológicos europeos, incluyendo las del nuevo presidente conservador británico, y más cercanas a las líneas más duras del republicanismo norteamericano.
En su periodo presidencial, yo creía que el político era Aznar y el economista, Rodrigo Rato; está claro que estaba equivocado y ahora el genio de las finanzas es él. Realmente me importaría poco lo que hiciera o dejase de hacer, allá él con su dignidad y su cartera, pero sí me preocupa que la actual dirección del PP siga cual títeres su entramado de hilos movidos sin ton ni son. Si ellos van a gobernar el país como dicen las encuestas, estamos apañados.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 30 de junio de 2010