El delegado del Gobierno en Castilla y León, Miguel Alejo, restó importancia al hecho de que el tramo de autovía entre Benavente y Zamora sea el único que falta para completar el trazado que discurre desde Gijón hasta Algeciras, asegurando que, una vez realizado, "no resolverá los problemas de España, ni los de Castilla y León ni los de Zamora".
Hasta ahí podemos estar de acuerdo, ya que los problemas de España se resolverán cuando se cambie de Gobierno; pero mientras sucede el cambio, esa infraestructura resolverá los problemas de Zamora, que también está dentro de su competencia como delegado en esta Comunidad.
Poco afortunadas las palabras de Alejo, la verdad. Me parece irresponsables decirlas en una provincia como Zamora, donde los datos estadísticos no suelen ser favorables y obras como la autovía Zamora-Benavente son un instrumento irrenunciable para los zamoranos desde hace años.
Palabras como estas minusvaloran a las instituciones que piden y recuerdan, día a día, los compromisos del Gobierno central con esta provincia, y dicen muy poco de la representación que el delegado del Gobierno ofrece a los zamoranos defendiendo con tanta tibieza el desarrollo de esta provincia.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 30 de junio de 2010