El comité de huelga de Metro de Madrid aprobó ayer (con el respaldo de la asamblea de trabajadores) seguir con el paro en menor intensidad. La propuesta supone respetar los servicios mínimos hoy y mañana, por lo que saldrán a circular solo la mitad de los trenes que en un día normal. Entre el sábado y el lunes, el metro funcionará con normalidad, como si no hubiera ninguna protesta. Y también el lunes, en una nueva asamblea a las diez de la mañana, los trabajadores decidirán si retoman la huelga con "todas las consecuencias".
La decisión dependerá de cómo avancen las negociaciones entre Metro y el comité de huelga y de cómo perfilen la rebaja de ocho millones de euros que prevé la Comunidad en la empresa pública. Durante la asamblea de trabajadores de ayer hubo intervenciones para pedir que no se abandonaran las protestas durante el fin de semana "para no perder fuerza".
El comité decidió darle un respiro también a la plantilla. Entre otros motivos, según fuentes sindicales, porque el fin de semana el metro ya no es un medio de transporte tan estratégico. La demanda baja al 50% los sábados y un 40% los domingos -sobre los 2,2 millones que utilizan el metro cada día-, según estimaciones oficiales. También pesan en la decisión las pérdidas en las nóminas de los trabajadores: cada día de huelga supone un descuento de unos 150 euros, según estimaciones de Metro. Y otra cuestión, algo menos profesional: el sábado juega España en el Mundial, lo que reduciría la asistencia a una posible asamblea por la tarde.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 1 de julio de 2010