De los llamados políticos me molestan muchas cosas. Pero lo que más me molesta es que me traten como a un tonto, porque eso es burla y ofensa. La Agencia Tributaria del Ayuntamiento de Madrid, que está gobernado por el Partido Popular, me acaba de comunicar que ha incrementado el 11% el impuesto sobre bienes inmuebles de 2010. "Solo" el 11%. Al mismo tiempo, Mariano Rajoy, máximo responsable del PP, se harta de proclamar a los cuatro vientos que subir los impuestos es un acto terrorífico. Repito: no me gusta nada que se burlen de mí y que me ofendan. Y, mucho menos, desde el poder.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 1 de julio de 2010