La política de la crispación introducida en España siempre que el Partido Popular está en la oposición, ha conducido a la sociedad a no saber debatir. No se analizan ventajas e inconvenientes. No existe el análisis. No existe el debate.
El debate se ha sustituido por la conclusión de la derecha y sus medios propagandísticos de que todo lo que hace José Luis Rodríguez Zapatero está mal, rematadamente mal. Ahora hemos vivido un incidente tremendamente revelador. Mariano Rajoy se posiciona con Angela Merkel, esté bien o esté mal, sea bueno para España o no, porque Angela Merkel es de su partido. Y se posiciona contra Rodríguez Zapatero, aunque perjudique a España, porque es su adversario a batir.
Zapatero ha sabido frenar en la Unión Europea a la canciller alemana, que viene, día sí y día también, atacando a España para esconder sus errores y sus problemas financieros y electorales, que no son pocos. Merkel se ha opuesto a que se hagan públicos los informes de solvencia de los bancos europeos. Seguramente porque se va a visualizar la solvencia de los bancos alemanes y los españoles.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 1 de julio de 2010