Ha sido empezar a hablar de la fusión de Unicaja y Cajasol, y ver cómo el fantasma de la rivalidad entre Málaga y Sevilla regresa de entre las catacumbas de los localismos para volver a asustar con terroríficos mensajes sobre dónde tiene que estar la sede de la presunta entidad resultante. Francisco de la Torre, el alcalde malagueño, fue el primero el jueves en descorrer la puerta de cripta: "Solo puede plantearse [la fusión] si es con sede en Málaga. Si es así, Málaga estará apoyando la operación y si no, no. Lo digo con claridad".
El desafío no ha gustado nada en su propio partido. Y con la misma claridad le respondió ayer Javier Arenas: "Si queremos entidades financieras solventes en Andalucía, hay que administrar bien los tiempos, ser muy discretos y serios y no crear problemas a estas entidades desde la política". El presidente del PP, que estaba en un acto en Antequera, abundó más en la idea y dijo que "en estos momentos es pronto para hablar desde la política de las condiciones que se pueden dar en una futura fusión". Por si había alguna duda, remató: "Lo político no se puede convertir en lo esencial porque entonces el proceso de acuerdos va a ser un fracaso. Todo a su debido tiempo".
"La caja de Malága es también la de Cádiz o la de Almería", dice el presidente
Arenas -quien aprovechó también para lanzar un dardo a José Antonio Griñán por sugerir que podría vetar la fusión fría de CajaGranada con entidades de fuera de Andalucía- reiteró ayer su compromiso de respaldar la unión de Cajasol y Unicaja, como había acordado el pasado martes con el presidente de la Junta. Reconoció el "importantísimo" peso económico y financiero que tiene Málaga en Andalucía y en España, y defendió, de hecho, que sea sede de la Cámara de Cuentas de Andalucía, del Tribunal de Defensa de la Competencia y del Consejo Económico y Social, "pero, con todos los respetos, todavía ni siquiera los consejos de administración han valorado dar un paso, es precipitado hablar de otras cuestiones".
Griñán, que estuvo en Huéscar (Granada), también llamó a la templanza y soslayar las cuestiones secundarias. "Cuando se empieza a hacer una casa construyendo las ventanas lo que hay es el vacío", dijo. "Si al inicio de un proyecto de esta envergadura alguien empieza planteando problemas es que no tiene mucha voluntad". El presidente de la Junta añadió que, en cualquier caso, "no es un problema que haya que resolver ahora, entre otras cosas porque la sede no es el tema más importante en estos momentos", sino ver si es posible "concitar el esfuerzo de Cajasol y Unicaja en un objetivo común: hacer una gran caja para Andalucía".
El socialista, recordó, además, que "la caja de Málaga, como dice su alcalde, es también la caja de Almería y la de Cádiz", en alusión al hecho de que Unicaja es el resultado de la fusión de varias entidades de ahorro.
Respecto a la fusión de CajaGranada con entidades del arco mediterráneo, señaló que es "también es una oportunidad de expandirse" y que en eso coincide con la vicepresidenta económica Elena Salgado, con la que ha hablado de este asunto.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 3 de julio de 2010