Uno de los mayores abusos sobre el gasto público del que apenas se hace mención en el marasmo de opiniones y comentarios a la crisis, es el uso que hacen muchas empresas privadas del paro para financiar las vacaciones o los días libres de sus empleados.
Una buena parte de empresas que gastan cantidades ingentes de dinero en pagar a algunos de sus empleados -por ejemplo, las productoras de televisión-, tiran de las arcas públicas para que estas paguen el sueldo de su personal durante los meses de verano (cámaras, realizadores, etcétera), en los que emiten programas más baratos.
Ahora hemos sabido que también la Comunidad de Madrid, va a hacer lo mismo con el personal interino de educación, al que mandará al paro durante el verano aunque haya trabajado con ellos durante todo el curso académico. Las vacaciones de los niños no deberían ser consideradas como agotamiento de un puesto de trabajo, pues cuando vuelvan en septiembre el puesto volverá a ser necesario. Lo que no comprendo es cómo la Seguridad Social permite este fraude generalizado hacia su función y este engrosamiento irreal de sus estadísticas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 3 de julio de 2010