Nueve siglos de historia están a debate durante estos días en Dénia después de que el gobierno local (PP e independientes) haya adjudicado por 300.000 euros la instalación de una gran plataforma panorámica exterior de acero en la muralla norte del castillo del siglo XI, una de las fortalezas más importantes de la Comunidad Valenciana, junto a las de Sagunt y Xàtiva.
La torre elevadora, que permitiría en pocos segundos a turistas y vecinos situarse en la cima del palacio, cambiaría para siempre la fisonomía estética y urbanística de la zona: se trata de una estructura de hierro tridimensional de tres alzados de altura más otras dos plantas en sótano para la maquinaria.
La Consejería de Cultura lo rechaza al considerar que dañará la muralla del monumento y el Gobierno Central ya ha dicho que la obra, financiada con los fondos del plan Zapatero, será desautorizada si no cuenta con todos los informes preceptivos. El inspector autonómico de Patrimonio Artístico, Santiago Varela, califica la futura estructura de "tosca y poco agraciada" y alerta de su grave impacto sobre el lienzo de la muralla y la torre norte ya que "las barras de hierro que forman el mecano estructural ofrecen unas secciones enormes y nada livianas que no garantiza evitar el uso de anclajes a las rocas, cuya consistencia es endeble".
La oposición (PSPV y Bloc) quiere la paralización inmediata del proyecto. En cambio, el concejal de Cultura, Juan Sancho, del PSD, arguye que ya se le ha enviado a Varela un informe en el que se aclara que la plataforma no afectará a la arquitectura del castillo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 5 de julio de 2010