Se ha escrito mucho sobre la injusticia de que los funcionarios vean reducir sus salarios un 5% mientras que nada se hace con los ingresos de los que más dinero tienen, más podrían ayudar y con frecuencia más relacionados están con el problema financiero que dio lugar a la crisis. Pero lo que no sabíamos ni los propios investigadores responsables de grupos y laboratorios es que becarios y contratados con cargo a nuestros proyectos de investigación también han visto recortados sus salarios. Se dice que ha sido por estar vinculados a la Administración. El dinero de estas becas y contratos de investigación está asignado de antemano y con cargo a una partida presupuestaria específica y anterior incluso a la propia crisis. Si exceptuamos los becarios y contratados dentro de programas nacionales y nos centramos en los contratos con cargo a proyecto, la situación es kafkiana.
Los investigadores conseguimos un proyecto, con una partida concreta para contratar personal. Es una cantidad fija que uno acepta y firma emplear correctamente para los fines explicados en la memoria y que un comité externo ha evaluado positivamente. Ahora a esa cantidad le quitan un 5%. No solo el contratado recibe menos dinero, sino que el estafado es el propio equipo investigador firmante del proyecto, que le han quitado un dinero que consiguió de forma competitiva y lo consiguió para un contrato. Esto no es solo injusto, sino que es inexplicable.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 6 de julio de 2010