La fachada de Poniente de la catedral gótica más grande del mundo luce de nuevo en todo su esplendor. El arquitecto conservador de la catedral de Sevilla, Alfonso Jiménez, llama a este templo "la eternidad provisional". Porque hay que estar encima de fachadas, pináculos y vidrieras para que destaquen con la intensidad que la catedral se merece.
La fachada de Poniente es también conocida como fachada principal. Se sitúa en la avenida de la Constitución, uno de los centros neurálgicos de la ciudad, por el que pasean a diario miles de vecinos y turistas. El grupo de soñadores que en la Edad Media emprendió la construcción de la catedral podría estar satisfecho de ver una fachada que ha perdido la suciedad acumulada durante años.
Las obras, que se iniciaron en 2006, han costado 2,7 millones de euros
Alfonso Jiménez presentó ayer la restauración de la fachada de Poniente. Las obras, que se iniciaron en marzo de 2006, han costado 2,7 millones de euros. El Cabildo de la catedral aportó el 55,12% y la Fundación Caja Madrid, el 44,88%.
La restauración ha incluido numerosas intervenciones. Se han limpiado elementos de piedra, se han sellado fisuras y se han repuesto sillares, pináculos y gárgolas. También se han recompuesto balaustradas y cresterías. En los trabajos se ha recurrido a inyecciones armadas con grapas y barras de acero. Y no solo eso. Se han recompuesto y protegido cornisas y se han restaurado vidrieras.
Dos joyas de la fachada vuelven a brillar como en el pasado tras su limpieza y restauración. En efecto, los relieves y esculturas de las portadas de la Asunción y de la Iglesia del Sagrario destacan ahora con una fuerza enorme en la avenida de la Constitución.
Las reposiciones de elementos pétreos se han hecho con piedra de similares característas a la original (calcarenita bioclástica), pero de una mayor resistencia a la comprensión. El volumen de elementos de piedra repuestos asciende a unos 180 metros cúbicos.
Alfonso Jiménez, que fue el autor del proyecto, ha dirigido las obras. La fachada de Poniente guarda importantes claves históricas. La catedral comenzó a construirse por esta fachada en 1434. Charles Gautier de Rouen (conocido en Sevilla como el Maestre Carlin) dirigió la construcción. El Maestre Carlin, nombre de resonancias legendarias para muchas personas, levantó su masa mural.
La restauración de la fachada de Poniente ha sido condicionada por la Semana Santa, un acontecimiento que en Sevilla se caracteriza por la llegada masiva de visitantes. Y ha sido condicionada también por los periodos de anidación y reproducción de especies protegidas, como el cernícalo primila. Estas aves gustan de anidar en los mechinales (agujeros) de la fachada.
Por ello, las obras se han desarrollado por tramos. La longitud de la fachada se dividió en 14 tramos, en los que se actuó de una forma independiente. Los andamios no podían colocarse durante la Semana Santa y los periodos de anidación de los cernícalos.
La empresa adjudicataria de las obras fue Joaquín Pérez Díez, SL. También han intervenido las empresas Ars-Nova y Vidriter. Y las dos escuelas taller de la Fundación Forja XXI. Estas empresas y entidades han logrado que la fachada luzca como nueva.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 9 de julio de 2010