Quiero referirme a la decisión de las autoridades valencianas de presentar a las mujeres que se propongan abortar ecografías de fetos en tres dimensiones.
En la misma línea, la Iglesia podría proyectar imágenes del infierno (si no, por ahora, reales, al menos también en tres dimensiones) para instruir / desalentar a quienes estén a punto de caer en cualquiera de los demás pecados.
En el caso de la gula, no vendría mal simultanear la degustación de una paella valenciana con unas proyecciones de aparatos digestivos dando cuenta de la misma. En fin, como diría Swift, una modesta proposición.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 13 de julio de 2010