La Fiscalía alemana registró ayer varias dependencias del banco suizo Crédit Suisse AG, en 13 ciudades del país, en busca de pruebas sobre un posible delito de evasión fiscal.
Varios empleados podrían haber ayudado a evadir impuestos a clientes de la entidad cuyos nombres aparecían en un CD adquirido a comienzos del año por el Gobierno alemán a un informador anónimo.
El portavoz de la Fiscalía de Düsseldorf, Johannes Mockens, afirmó que los investigadores confiscaron gran cantidad de datos y que tendrán que continuar hoy, informa Bloomberg.
El asunto ha revivido la polémica en Alemania sobre la legitimidad de comprar información, posiblemente robada a un banco, con el fin de detectar el fraude fiscal. Las investigaciones fueron autorizadas por el tribunal de Düsseldorf, que aseguró que existen pruebas para inferir el presunto delito de complicidad de varios empleados de la entidad, la segunda más grande de Suiza. Merkel aceptó pagar en su día dos millones y medio de euros por el disco de la discordia.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 15 de julio de 2010