El presidente del Gobierno auguró ayer más sacrificios para superar la crisis aunque le suponga un mayor desgaste y hasta la pérdida de La Moncloa. "Tomaré las decisiones que España necesita aunque sean difíciles. Voy a seguir ese camino cueste lo que cueste y me cueste lo que me cueste", afirmó en un momento estelar del debate del estado de la nación. "Si hubiera contradicción entre los intereses del PSOE y los de España, yo optaré: lo que necesita España", agregó para describir más crudamente las consecuencias políticas de las reformas acometidas y las que vienen. Entre estas destaca la modificación de las pensiones, que incluirá cambiar el cálculo del cómputo.
Frente a él, el líder del PP, Mariano Rajoy, se centró en atacar una y otra vez la credibilidad de Zapatero, pero de nuevo perdió una buena oportunidad para exponer su propio programa. Exigió la marcha de Zapatero -"el problema es usted"- sin moción de censura y el adelanto electoral, pero no remató su presentación como alternativa. Sin apoyos en los escaños, Zapatero tendió la mano al PNV.
MÁS INFORMACIÓN
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 15 de julio de 2010