Más de 20 personas murieron y 100 resultaron heridas ayer en dos atentados suicidas ante una mezquita chií en Zahedán, capital de la provincia de Sistán-Baluchistán (sureste de Irán), de mayoría suní. Entre los muertos hay varios pasdaran, los miembros de la Guardia Revolucionaria, según el viceministro de Interior, Ali Abdolahí.
Según los servicios de emergencia, citados por la agencia pública de noticias Irna, las explosiones ocurrieron mientras cientos de fieles conmemoraban en el lugar el nacimiento del imán Hussein, el más venerado por los chiíes.
Aunque el viceministro Ali Abdolahí declaró a la agencia semioficial Fars que nadie se había responsabilizado del atentado, este fue reivindicado poco después por el grupo extremista suní Yundalá (Soldados de Dios), según la cadena de televisión Al Arabiya, de Dubai. El atentado, que según Yundalá tenía como objetivo una reunión de pasdaran -encargados desde 2007 de la seguridad de la provincia-, vengó la ejecución, el mes pasado, de Abdelmalek Rigi, líder del grupo. Los dos suicidas eran familiares de este.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 16 de julio de 2010