"Puede que sea un genio/ puede que sea un timo/ es una delgada línea en la que ando jodiendo", dice M.I.A. en Believer, uno de los temas de su tercer disco demostrando que, al menos conoce la naturaleza de su problema. En los últimos meses las noticias de la británica de origen tamil solo dejaban claro que vive en un permanente estado de furia. Una rabia que traslada al álbum. Desde la grafía del título todo es intrincado, abigarrado, urgente Sólo una producción inteligente da sensatez a esta mezcla de dancehall, dubstep, electrónica con estribillos y guitarras. Todo parece pensado para disuadir a esos tres millones de estadounidenses que la descubrieron con Paper planes y volver a un cómodo segundo plano.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 16 de julio de 2010